lunes, 13 de junio de 2011

Vías pecuarias; un camino que cambia de uso sin perder su importancia


En Castilla-La Mancha existen vías pecuarias con una extensión de 12.500 kilómetros que ocupan 50.000 hectáreas
Las vías pecuarias, ese nombre genérico bajo el que se recogen un sinfín de antiguos caminos, veredas, cañadas y azagadores, descansaderos y majadas, han cambiado con el paso del tiempo los usuarios de sus largos recorridos evolucionando de las cuatro patas del ganado a las dos piernas de los paseantes, del uso práctico al disfrute lúdico de los parajes por los que discurren. Una evolución que sin embargo no les ha hecho perder ni un ápice de su importancia. 

    Unos caminos destinados al tránsito del ganado en busca del pasto cuando escaseaba en una parte de nuestro país y era necesario desplazarse. Un trasiego del que dependía en gran parte la economía y subsistencia de gran parte de la población debido a la importancia del ganado en esas épocas del año. Una importancia tal que les ganó la protección de los reyes y también los conflictos con los pastos y cultivos que atravesaban.
    Unas vías que garantizaban la subsistencia en el pasado y en el presente marcan el camino a recorrer para garantizar el futuro de nuestros pueblos y nuestro medio rural.
    Como reconocía recientemente el secretario general de Medio Rural del MARM, Eduardo Tamarit, vías pecuarias constituyen un valor público ambiental y cultural único en Occidente, susceptible de generar sinergias hacia la recuperación socioeconómica, potenciando un desarrollo endógeno y sostenible de los territorios.

    Recordaba Tamarit la importancia histórica que han tenido en la conservación de la naturaleza ya que, unidas íntimamente a la trashumancia, han contribuido a la conservación de ecosistemas semi-naturales de gran riqueza en términos de biodiversidad.
12.000 kilómetros en C-LM 

Así, el 20% del territorio español corresponde a praderas y pastizales reconocidos como hábitats prioritarios para la Red Natura 2000, cuya conservación es posible gracias a la ganadería extensiva.
    Asociado a la trashumancia, ha añadido el Secretario General, se encuentra una red de pastizales longitudinales, las denominadas vías pecuarias, que con una longitud de 125.000 kilómetros cuentan con el estatus de dominio público de las Comunidades Autónomas, un reconocimiento único a nivel mundial.

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    De estas vías Castilla-La Mancha cuenta con casi el 10 por ciento del total nacional al discurrir por nuestro territorio más de 12.000 kilómetros de vías pecuarias, que suponen unas 50.000 hectáreas, siendo Ciudad Real la provincia con mayor porcentaje de este tipo de vía en su geografía.

    La Red Nacional de Vías Pecuarias, formada por las conocidas Cañadas Reales, tienen dignos exponentes en Castilla-La Mancha, destacando la Cañada Real Conquense, la Cañada de Molina, la de Beteta, la cañada de Rodrigo Ardaz, la de los Chorros o la cañada del Hoyo, entre otras muchas que nacen o discurren por nuestro territorio.
cambio de uso hacia el ocio.

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